Para abordar el objetivo, los tratamientos (control y provisión de ensilado) se aplicaron en dos grupos dinámicos separados, de 37 cerdas cada uno, en los que se introducían nueve cerdas al inicio de cada réplica (un total de tres réplicas). El comportamiento de las cerdas se gravó de manera continuada mediante cámaras de video. A partir de las grabaciones se evaluó el comportamiento agresivo en el primer día post entrada, y la posición, el estado y la actividad de las cerdas introducidas durante las dos primeras semanas post introducción. También se realizaron observaciones directas durante el periodo experimental, determinándose las heridas que presentaban las cerdas al final de la primera semana post-introducción.
Los resultados evidenciaron que la proporción de observaciones en las que las cerdas introducidas realizaron o recibieron un comportamiento agresivo no difirió entre los dos grupos experimentales, resultando la presentación de heridas no diferente al final de la primera semana. Es de destacar que los niveles de agresión presentados en el estudio fueron bajos, posiblemente debido a la baja densidad de animales en el sistema utilizado, contribuyendo a la falta de un efecto significativo del tratamiento experimental. En el caso del comportamiento estereotípico de “masticación en vacío”, la presentación de éste fue reducido en todas las cerdas que tenían acceso al ensilado (P < 0,05), además en las cerdas que se introdujeron el acceso al ensilado permitió que éstas pasaran menos tiempo realizando un comportamiento de exploración.
Por tanto, parece que la provisión de ensilado a las cerdas gestantes alojadas en grupos dinámicos puede ayudar a reducir la presentación de estereotípias.
O’Connell. N.E. (2007) applied Animal Behaviour Science, 107: 45-57